Desde que
Bill Gates decidiese dejar el mando de
Microsoft la empresa no ha levantado cabeza todo lo que hubiese deseado su principal fundador.
Steve Ballmer no parece haber estado a la altura sucediendo a
Gates. En los próximos 12 meses dejará el cargo, según ha anunciado en una nota oficial.
Desde el primer minuto en el que
Ballmer cogió las riendas de
Microsoft empezaron a llover las críticas hacia su forma de trabajar, sobre todo por parte de sus empleados, criticando el excesivo agobio al que les sometía revisando su trabajo.
El objetivo de
Microsoft para este año y los próximos es recuperar su esencia invirtiendo tiempo y dinero en sectores en los que no destaca demasiado a día de hoy como el móvil
. ¿Será demasiado tarde para recuperar el terreno perdido? Nunca se sabe, pero un buen paso según muchos críticos (la marcha de Ballmer) ya se ha realizado.