Son datos de septiembre de este año. Y es que las novedades presentes en el navegador de Google han hecho que suba como la espuma respecto a sus competidores más fuertes, Explorer y Firefox, que bajan de manera más o menos estrepitosa.
Microsoft no ha encontrado la tecla adecuada para renovar su veterano navegador pese a intentarlo de manera especial en sus últimas versiones. Un caso parecido es el de Mozilla, que ha inundado a los internautas con demasiadas actualizaciones durante 2011. La versión 7 de su navegador por fin ha visto la luz y promete ser mucho más rápida que sus antecesoras. Habrá que ver si es suficiente para impedir la pérdida de más usuarios.
Como anécdota graciosa queda la detección como malware de Google Chrome por parte del antivirus de Windows. Según parece lo confundiría con software encargado de robar las claves de nuestro PC.
La solución ha pasado por actualizar el antivirus a versiones posteriores a la 1.113.672.0 y reinstalar el navegador.
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