Parece que la intención única y exclusiva de Google es la de competir de tú a tú con el iPhone. Renunciaría así a todo dispositivo móvil que no pertenezca a la gama alta. Una apuesta arriesgada cuando hay dos móviles que destacan en la misma como el Samsung Galaxy S3 o el propio iPhone, que acaba de presentar su nuevo modelo. No hay que olvidarse de otros caballos de batalla como el One X de HTC o el Xperia T de Sony, mientras que el número de móviles con características similares aumenta. El sistema común para todos es Android, así que la personalización que realice cada uno de ellos del mismo y la estética será vital para mantenerse en el mercado.
¿Buena decisión la de Google? ¿Se precipita? ¿Conseguirá ofrecer un producto adecuado de gama alta? Tiempo al tiempo.
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